Cómo entrenar con pesas y no aburrirte en el intento
Todos hemos pasado diferentes épocas en nuestras vidas en las que ir a entrenar se nos ha hecho un mundo y la desmotivación y la desidia han estado a la orden del día. Es curioso como a veces, una actividad que era emocionante y gratificante ha degenerado en algo aburrido, apático, y que casi roza el dolor.
Y como no queremos que echéis por la borda lo que tanto esfuerzo os ha costado, hoy vamos a ofreceros 4 formas de evitar caer en el aburrimiento mientras movemos hierros.
1. MODIFICA TU ESTILO DE ENTRENAMIENTO
La falta de variedad en un entrenamiento lleva rápidamente al aburrimiento. El entrenamiento es igual que cualquier otro aspecto de nuestra vida. Si nos agobiamos de él con facilidad perderemos el interés y la motivación por conseguir los resultados.
Es como tener un trabajo, si vas a trabajar cada día y haces lo mismo todos los días, al final, perderás el interés por lo que está pasando a tu alrededor.
Puedes utilizar cualquiera de la multitud de entrenamientos que existen y que gracias a Sportfactor y a otras publicaciones, puedes leer y aplicar periódicamente.
Algunos de los más conocidos, son:
SUPERSERIES, TRISERIES, BISERIES, VOLUMEN ALEMÁN, ENTRENAMIENTO EN PIRÁMIDE, ENTRENAMIENTO DE CIRCUITO, MÚSCULOS ANTAGÓNICOS, ENTRENAMIENTO SÓLO CON MANCUERNAS, SÓLO CON BARRA, SÓLO CON MÁQUINAS…
Varia tu rutina como máximo cada 8 semanas, de este modo a parte de no aburrirte, estimularas a tu cuerpo para que no se adapte y siga creciendo continuamente.
2. AUMENTA EL PESO UN 10-15% EN CADA SERIE
Otra forma de no dormirnos en los laureles, es añadir un 10-15% del peso a cada serie, (para ello empieza con un peso que puedas mover con facilidad y ves aumentando progresivamente)
Por desgracias con demasiada frecuencia nos apegamos a una cantidad de peso, a un numero de series y a una frecuencia de repeticiones, situaciones que se suelen generar por tres razones:
- Comodidad
- Aburrimiento
- Falta de motivación
Y como no queremos que sea tu caso, acuérdate de aumentar el peso conforme haces nuevas series de ejercicios. Otro detalle a tener en cuenta, es que el aumento de peso en cada serie, también te obligará a estar más concentrado en el entrenamiento.
3. AGREGA EL ELEMENTO SORPRESA A TU SELECCIÓN MUSICAL
Lo que suene en tu reproductor musical, puede arruinar o encumbrar tu entrenamiento diario, no te tomes a la ligera los temas que van a sonar mientras entrenas. Cuando nos referimos a supresa, no referimos a mezclar diferentes estilos musicales (siempre siguiendo nuestro gustos).
Pero por más que nos guste el rock, 50 minutos de Metallica, puede hacer que el entrenamiento se vuelva monótono… Imagina que después de escuchar tres canciones consecutivas de rock, suena una de Eminem y luego el tema central de la banda sonora de Rocky y por último el vuelo del abejorro de Rimsky-Korsakov (esta ya es para gente arriesgada).
Sea como fuere, lo importante es que la canciones de nuestro entrenamiento nos de ese empujoncito que nos faltaba para completar la repetición.
Os dejo una de las mías:
- One – Metallica
- Promentory – BSO El último mohicano
- 50 ct – In da club
- My chemical romance – Welcome to the city
- Queen – Bohemian Rapsody
- Intro y tema principal – BSO Conan el bárbaro
- Smoke on the water – Deep Purple
- Sober – Pink
- Imagine – Hamlet
- Monster – Skillet
Invierte 10 minutos en elegir tus temas, verás como tus músculos lo agradecen.
4. ELIGE LOS EJERCICIOS CON TÉCNICAS MÁS DIFÍCILES.
Está claro que sentarse en un asiento y llevar una barra guiada por una polea alta hasta el pecho, no es que sea como para tirar cohetes ni representa ningún tipo de desafío en especial. Por eso, cuando ya llevamos un tiempo mínimo entrenando, debemos de plantearnos añadir a nuestra rutina los ejercicios que conllevan mayor dificultad y esfuerzo.
Ejercicios como:
- Fondos en paralelas
- Sentadilla con peso libre
- Peso Muerto
- Dominadas
- Saltos polimétricos sobre bancos
Este tipo de ejercicios sacarán lo mejor y lo peor de nosotros, es decir, tendremos que demostrarnos, cual es nuestra capacidad de sacrificio y si estamos dispuestos a romper nuestras barreras físicas y psíquicas. Es muy común encontrarse con gente que piense:
-” ¿Dominadas?, No, no, que me canso mucho y además no puedo hacer ni una… “-
Y evidentemente no podrás hacer ni una nunca si no lo intentas…Hay dos cosas que al menos yo jamás he visto: el dinero fácil y los músculos sin esfuerzo.
No pongas más excusas y entrena para ser el mejor, no uno más del montón.
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