¿Te sientes bajo de energía?
Te sientes sin ganas de hacer nada y, seguramente crees que tu ‘bajón’ no tiene justificación. Pues te equivocas. Hay multitud de causas que propician este estado de ánimo y, lo que es más importante, éstas, dan pistas para un tratamiento eficaz.
Tristeza ocasional, falta de energía, poca fuerza de voluntad, pereza, debilidad… Este conjunto de síntomas puede esconder mucho estrés, algún que otro disgusto, sedentarismo e, incluso, una infección.
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Anemia
Se produce al bajar los niveles de hemoglobina que transporta el oxígeno en la sangre. En las mujeres, y debido a la menstruación, también puede deberse a una carencia de hierro, indispensable para la formación de hemoglobina y cuya dosis recomendada es difícil de alcanzar mediante la alimentación diaria. La anemia nos hace sentir, sobre todo, débiles, y basta un pequeño esfuerzo para quedarnos sin aliento. Suele ir acompañado de piel pálida y caída excesiva del cabello.
Es importante que no confundas el bajo estado de ánimo con depresión. Los síntomas de la depresión son similares pero mucho más intensos y duraderos. La depresión es una enfermedad grave que debe ser tratada por un especialista.
¿Cómo recuperar la energía?
Hay que acudir al médico para que valore la necesidad de hace un análisis de sangre. Si los resultados confirman la anemia por déficit de hierro hay que recurrir a un suplemento de este mineral y complementarlo con otro de vitamina C para facilitar su absorción.
Falta de Vitaminas y Minerales
La fatiga, acompañada de debilidad en brazos, piernas y calambres, es característica de la falta de magnesio. La falta de ánimo también puede deberse a la falta de otros minerales como el calcio, o la vitamina C, que estimula las defensas, o la B6, fundamental para un buen funcionamiento del sistema nervioso.
¿Cómo recuperar la energía?
Respetando la recomendación de consumir un mínimo de 5 piezas de fruta y de verdura al día. Esta sería la estrategia ideal para paliar buena parte de las deficiencias nutricionales.
Un disgusto o una situación estresante
Quedarse en paro, un divorcio, la muerte de un familiar… son situaciones que pueden saldarse con una pérdida de energía y un ánimo bajo. La razón es que, mientras se está viviendo el evento estresante, el organismo produce más cortisol, la hormona responsable del estado de alerta que nos permite reaccionar ante las presiones externas, pero cuando pasa la situación de estrés, los niveles de esa hormona vuelven a la normalidad, y este descenso puede traducirse en un bajón anímico.
¿Cómo recuperar la energía?
Todas las actividades que propicien relajación y reduzcan el estrés pueden aliviar esta sensación. La actitud mental es también muy importante. La clave para superar este tipo de situaciones está en obligarse a desarrollar rutinas, buscar respaldo y mantener bajo control los pensamientos negativos del tipo ‘no puedo hacerlo’ o ‘no tengo posibilidades’. Por si no lo sabías, caminar ayuda a luchar contra la depresión.
Falta de ejercicio
La práctica regular de ejercicio físico favorece la producción de beta-endorfinas, unos neurotransmisores cerebrales directamente relacionados con un estado de ánimo óptimo. En las personas sedentarias la presencia de esta sustancia es mucho menor, lo que puede producir la sensación de decaimiento, así que lucha contra el cansancio.
¿Cómo recuperar la energía?
Haciendo ejercicio regularmente. Lo ideal es un mínimo de 30 minutos 5 veces a la semana. Aunque cualquier actividad ayuda a mejorar el estado de ánimo, el ejercicio aeróbico (correr, caminar, nadar) es mejor.
Uno de los síntomas principales de la mononucleosis infecciosa, la gripe y la hepatitis es un cansancio desproporcionado que no se explica por el ritmo de vida que llevas.
¿Cómo recuperar la energía?
Se debe descansar más de lo habitual para no fatigar al organismo y dejar que este emplee todas sus energías en luchar contra la infección. Además es importante alimentarse bien aunque no se tenga apetito y beber abundantes líquidos.
Dormir menos horas de las necesarias puede pasar factura al organismo causando apatía y decaimiento.
Tres estrategias antibajón
1. Desayuna siempre. Un desayuno potente aporta la energía suficiente para pder soportar el ritmo de las tareas diarias.
2. Consume alimentos ricos en triptófano. La ingesta habitual de productos que contengan este aminoácido, como plátanos, chocolate y cereales integrales, hace que aumenten los niveles de serotonina, un neurotransmisor implicado en el estado de ánimo. Puedes aumentar tu energía de forma natural.
3. Toma complementos con extracto de azafrán. En un estudio de la universidad de Ciencias Médicas de Teherán (Irán), se ha constatado la eficacia del azafrán en el alivio de síntomas como las alteraciones del estado de ánimo, los cambios de humor o la falta de motivación para realizar actividades cotidianas. En dosis adecuadas ayuda a combatir el decaimiento y mejora el optimismo.
Los 10 ladrones de la energía
1 – Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.
2 – Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle. Las deudas no caducan con el tiempo, aunque la ley te proteja; sé responsable, es mejor hacer un plazo de céntimo a céntimo, que perder tu preciada energía y tu palabra.
3 – Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a renegociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio.
4 – Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas. Aunque no debes de huir de responsabilidades y no todo el tiempo es factible, muchas veces por puro control o por no darnos el permiso, seguimos perdiendo tiempo en nimiedades y abandonando lo verdaderamente significante en nuestras vidas.
5 – Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad. La naturaleza, tiene ritmos y tu vida también. No actuar en el momento erróneo te quita energía y no parar cuando lo necesitas, también.
6 – Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas. Uno por uno, toma cada papel, cada recuerdo y hasta cada sueño y elige.
7 – Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Toma sol por las tardes, medita, respira, báñate en el mar, haz ejercicio en la naturaleza, escucha tu cuerpo y elimina las toxinas. Haz una cita médica y mira si te faltan minerales o vitaminas. Aliméntate con comidas orgánicas (sin pesticidas) y frescas; trabaja en la prevención para evitar la crisis de una enfermedad (un aviso un cuerpo sin energía).
8 – Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja; y toma la acción necesaria. Resignarte a una situación y sentirte que no tienes control, sólo conseguirá drenarte.
9 – Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. Siempre puedes elegir tu camino y fluir sin apegos hasta llegar a tu orilla a salvo.
10 – Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.
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