Entrenar en ayunas ¿sí o no?
Entrenar con el estomago vacio, ¿si o no?, pues como decía la canción…
Depende ¿de qué depende? de según como se mire, todo depende
Pues, más o menos, por ahí van los tiros…
La idea de realizar el ejercicio cardiovascular con el estomago vacio (en ayunas) por las mañanas existe desde hace décadas y de hecho la idea parece plausible: Debido al ayuno nocturno nuestro cuerpo tiene muy bajas las reservas de glucógeno (carbohidratos), razón por la cual utilizará la grasa como principal fuente para el suministro de energía.
Pero aparte de la teoría, que está muy bien, a la hora de la verdad, ¿existe una diferencia real entre el entrenamiento normal o en ayunas? y en el caso de existir, ¿hasta qué punto importa en los resultados finales?.
Esta mañana hemos querido despejar esta duda tan típica en el mundo del fitness basándonos en los últimos estudios realizados al respecto del mismo.
Que nos dice la ciencia…
Un estudio realizado en 2011 por la publicación norteamericana “Fuerza y acondicionamiento”, no encontró ninguna diferencia significativa en la cantidad de grasa quemada por los participantes que se entrenaron en ayuno en comparación con los que lo hicieron con alimentos en el estomago.
Lo que si se demostró durante el estudio es que la pérdida de masa muscular durante los entrenamientos en ayuno era mucho más factible que con el otro tipo de entrenamiento. Cuando estamos en ayunas, además de la quema de grasa como combustible, el cuerpo también movilizará a las proteínas para ayudar cubrir la demanda de energía. Y las conseguirá rompiendo el tejido muscular (y eso no es lo que buscamos)
Otro factor colateral del entrenamiento en ayunas, es que las calorías totales consumidas y la intensidad de entrenamiento era menor durante el ayuno.
La investigación (que se realizó para promocionar los beneficios del entrenamiento en ayunas), hacia demasiado hincapié en el porcentaje de grasa quemada a expensas de la grasa total quemada.
Por ejemplo:
Si realizamos 20 minutos de cardio con el estómago vacío, quemaremos unas 300 calorías de las cuales 200 provienen de la grasa (67%) de las mismas.
Si bien hay que tener en cuenta que al no tener alimentos en nuestro organismo el entrenamiento deberá de ser de baja intensidad si no queremos entrar en el temido catabolismo y que mencionamos en el texto superior.
Por otro lado, si realizamos 20 minutos de cardio de alta intensidad (HIIT) con los depósitos llenos (es decir habiendo comido) podemos llegar a consumir unas 600 calorías de las cuales 250 provienen de la grasa (42%)
¿Por que debemos huir del catabolismo?:
Este estado implica un estado de balance negativo de nitrógeno, algo que ninguna persona que practique fitness quiere.
Entrenar en estado catabólico provocará una degradación y pérdida de tejido y masa muscular. Es cierto que los niveles de azúcar en la sangre son más bajos en la mañana, pero también lo son los aminoácidos, los ladrillos de construcción de las proteínas.
Conclusión:
La sesión en ayuno consigue quemar un porcentaje mayor de grasa, pero la sesión intensa con el estomago lleno, quema el doble de calorías.
Consejo Sportfactor
Consume BCAA antes de hacer el cardio en ayunas, ya que reduce e incluso previene la degradación de las proteínas. 5 gramos antes de entrenar y 5 después.
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