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Canales de YouTube especializados en aerobic, videoconsolas con accesorios y videojuegos para practicar deportes desde casa, pulseras y relojes cuantificadores y monitorizadores de actividades deportivas, aplicaciones dedicadas a la recogida de datos médicos, físicos y dietéticos, apuestas online en William Hill, suscripción a canales televisivos vía streaming dedicados especialmente a fútbol…
Toda esta vorágine, comenzada hace menos de una década, ha cambiado nuestra manera de practicar y consumir el deporte, hasta el punto de que muchas personas admiten estar más preocupadas en el momento actual por su forma física que hace unos años. Y curiosamente, la tecnología, algo que prometía colaborar a la pasividad de recibirlo todo hecho, ha sido determinante para que todo esto sea posible.
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