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No nos cansamos de nombrar los diversos hábitos saludables que debemos introducir en nuestra rutina diaria. Si bien esta mañana hemos querido hacer todo lo contrario, es decir, nombrar aquellos que en el caso de que los estés haciendo, ya puedes ir empezándote a olvidarte de ellos.
Son hábitos perjudiciales para nuestra salud y que no nos aportaran ningún beneficio. Esperamos que no sea tu caso, pero si es así, sólo te pedimos que te plantees si realmente valen la pena.
NO NECESITAS ESTE TIPO DE COSAS:
1. El hábito: Adicto a los refrescos de cola
Si no puedes pasar el día sin tu toma diaria de ese líquido burbujeante de color oscuro, lo más factible es que seas adicto a la cafeína que contiene. De hecho, hay aproximadamente la misma cantidad de cafeína en una lata estándar que en un “expresso” de cafetería. Otro de los problemas de esta ingesta de cafeína es lo picos energéticos que produce, así como los consiguientes “bajones” una vez se nos pasa el efecto.
Más problemas que nos provocan este tipo de bebidas, son la dificultad para conciliar el sueño, así como el daño sobre el esmalte de nuestros dientes, debido a la acidez de sus componentes.
Disminuye las consecuencias: Partamos de la base de que lo mejor es que dejes de beber, pero si no puede ser, debes limitar la cantidad a como máximo una por día. Consúmela antes de las 14 horas para evitar que la cafeína interfiera en los patrones del sueño. Por último, enjuágate la boca con agua después de beber el refresco para reducir los efectos de la acidez sobre el esmalte de los dientes.
Por si no lo sabías:
El color oscuro característico de estos refrescos se debe a un aditivo llamado E-150, este ha sido asociado con deficiencia de vitamina B6 que es importante para la metabolización de las proteínas y la salud de la sangre, su carencia puede producir anemia, depresión y confusión entre otros síntomas, además de generar hiperactividad y bajo nivel de glucosa en la sangre.
Los azúcares que no logra digerir el organismo, se transforman en grasa, dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad.
2. El hábito: Tomar pastillas para conciliar el sueño
Muchas personas suelen tomar medicamentos para conciliar el sueño, los cuales son una combinación de analgésicos y antihistamínicos, que no nos van a reportar el más mínimo beneficio. Si somos personas sanas (sin ningún trastorno específico) y queremos ocasionalmente una ayuda para poder dormir, no tenemos la necesidad de consumir este tipo de sustancias.
Algunas de estas pastillas pueden dañar el hígado si se toman a largo plazo, es más, si tenemos la genial idea de mezclarlos con alcohol, el desastre puede ser mayúsculo ya que el hígado debe de trabajar aún más duro para metabolizar todas esas toxinas. Otra de las consecuencias a largo plazo es la aparición de ulceras, ya que estos afectan al revestimiento del estómago.
Disminuye las consecuencias: En este caso vamos a tirar de los remedios de nuestras abuelas contra el insomnio, para poder evitar ese consumo innecesario.
#1: Un remedio que las abuelas sugerían era conservar los pies calientes mediante una toalla o el uso de un par de calcetines e inclusive se recomienda también antes de dormir frotar con aceite de almendra los pies (sobre todo entre los dedos).
#2: Tomar un vaso de leche tibia
#3: Hervir en una taza de agua dos gramos de hojas de naranjo, se le agrega azúcar al gusto, se deja reposar y se bebe tibio. Igualmente, puede hacer una infusión con las flores del naranjo. Para ello, se debe colocar dos gramos de estas flores en una taza y hacer el procedimiento anterior. .Tomarlo media hora antes de acostarse.
#4: Meter dentro de la almohada elementos naturales como el azahar, eucalipto y manzanilla.
#5: Colocar una ramita de hierbabuena en una taza hirviendo, se apaga el fuego, se tapa y se deja que se refresque. Se toma media hora antes de acostarse.
#6 Hervir, durante 5 minutos, dos cucharadas de raíces de valeriana en una taza de agua. Retirar del fuego y añadir una cucharadita de miel. Tomar antes de acostarse.
#7: Hervir tres hojas de lechuga, tapar y dejar que se refresque y se toma este té media hora antes de acostarse.
#8: Rallar y hervir, por 12 minutos, dos cebollas y luego añadir hipérico. Después se empapará un trapo con esta preparación y se aplicará sobre la frente, cuello, nuca y pecho. Esta operación debe repetirse a diario por una semana.
#9: Bañarse durante 20 minutos, antes de acostarse, en agua caliente con200 g de conos de lúpulo y500 g de salvado de trigo, todo ello filtrado antes de añadírselo al agua.
#10: Poner de10 a 15 gotas de lavanda en un baño de inmersión tibio y confortable. Igualmente, se puede agregar 1 cucharada de sal gruesa marina y disolver en el agua de la bañera para lograr vencer al insomnio. (Remedio proveniente de la aromaterapia).
#11: Verter, en un vaso de agua caliente, un puñado de menta. Dejar reposar tres minutos y beber justo antes de acostarse o después de la cena.
#12: Tomar agua de azahar con un terrón de azúcar.
#13: Tomar, antes de la cena, una tisana hecha con 2 hojas de lechuga fresca, 1 pizca de flores de naranjo y 1 taza de agua. Cuando el agua rompa a hervir, se echan las hierbas y se dejan en ebullición durante 5 minutos.
#14: Lavar y secar una cáscara de limón. Luego, poner en la tetera, verter encima un litro de agua hirviendo y dejar infundir cinco minutos. Endulzar con miel y tomar antes de dormir.
#15: Verter en una taza de agua que esté hirviendo un puñado de flores de manzanilla y otro puñado de hojas de salvia. Tapar durante 7 minutos, colar y endulzar con 1 cucharadita de miel. Beber una taza 15 minutos antes de acostarse.
#16: Lavar y partir en dos 3 dientes de ajos. Verter en una taza de leche que esté hirviendo. Beber esta preparación, aún tibia, antes de acostarse.
#17: Hervir un manojo de romero y otro de toronjil en un litro de agua durante 10 minutos. Verter esta preparación, de inmediato, en el agua del baño. Mantenerse en la bañera durante 15 minutos.
#18: Verter 1 cucharada de flores de lúpulo en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y colar. Agregar un poco de miel para endulzar. Tomar justo antes de acostarse a dormir.
3. El hábito: Alcohólico de fin de semana
Esta demostrado que el consumo de alcohol de forma moderada a lo largo de la semana (un vasito de vino durante las comidas), reduce el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. Pero, si nos abstenemos durante toda la semana de beber alcohol y queremos recuperar los días perdidos bebiendo seis o siete copas el sábado por la noche, las consecuencias pueden ser nefastas. Debemos recordar que el alcohol en sí no es el diablo, si bien el verdadero problema es el volumen del mismo así como la procedencia. No es lo mismo un vasito de vino que dos “gin-tonics” en copa ancha. Ambos contienen alcohol, pero en diferente cantidad y proporción.
El consumo excesivo de alcohol eleva la presión arterial, lo cual tira por tierra cualquiera de los beneficios cardiovasculares del consumo moderado del mismo. Por otra parte, ese consumo innecesario reduce nuestras reservas de tiamina (B1), que es necesaria para tener un sistema nervioso saludable, y aumenta el riesgo de sufrir cáncer de mama (atentas chicas).
Disminuye las consecuencias: Disfruta de una copa de vino con la cena (el vino es alto en resveratrol, un antioxidante relacionado con la salud del corazón y el anti-envejecimiento) o una cerveza (25 cl), pero no el pack entero de 6.
Si estas de fiesta, te recomendamos que por cada copa de alcohol, consumas dos copas de agua. Si bien, este método no te da carta blanca para excederte con la cantidad de alcohol, tenlo en cuenta.
4. El hábito: Consumo excesivo de azucares artificiales
Utilizar edulcorantes artificiales para tu café o comer barritas energéticas “light” repletas de sustitutos del azúcar que tienden a pedirnos que consumamos más calorías a los pocos minutos por qué no nos hemos saciado, no es una buena forma de conseguir una cuerpo saludable.
El problema es que nuestro cerebro espera que le demos más calorías ya que hemos comido algo que tiene un sabor dulce y que le está enviando señales a nuestra materia gris.
Disminuye las consecuencias: Las calorías vacías de este tipo de alimentos solo harán que aumentar el apetito, por tanto lo mejor que podemos hacer es tener alimentos saludables siempre a mano:
- Frutas como la manzana y la piña
- Un sándwich de pan integral
- Un yogur
Productos que matarán nuestro gusanillo sin que atraquemos la máquina de vending de nuestra oficina.
5. El hábito: Fumar
No importa si somos fumadores empedernidos o si solo lo somos de “fin de semana”, el mal será mayor o menor, pero al fin y al cabo el mal ya está hecho.
* Uno de los efectos del a nicotina y el resto de componentes tóxicos del tabaco en nuestro organismo es la disminución del nivel de Vitaminas C y E, betacarotenos y selenio, y ya hemos hablado en varias ocasiones de la importancia de las vitaminas en nuestra dieta.
* Se ha demostrado que el uso del tabaco aumenta la frecuencia y la gravedad de la periodontitis dental y la consecuente pérdida de los dientes.
* El tabaco, aparte de dañar los dientes y las encías, afecta al sistema inmunológico, disminuyendo la capacidad del organismo de combatir infecciones o enfermedades. Existen muchos diagnósticos de cáncer bucal en pacientes fumadores.
Este hábito, sí que es verdad que te sobra…
Disminuye las consecuencias : Dejemos claro que las consecuencias se disminuyen dejando de fumar…por otro lado, una vez se ha dejado de fumar, necesitamos entre siete y diez años para que nuestro organismo este al nivel de las personas que no han fumado en lo que respecta al riesgo de padecer el cáncer de pulmón.
El dato: La OMS (Organización Mundial de la Salud) cifra en 3 millones el número de muertes anuales ocasionadas por el consumo del tabaco. Se estima que para 2020 esta cifra se habrá duplicado.
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